Inevitablemente, todo el tiempo estamos expuestos a radiaciones por fuentes naturales y creadas por el hombre que afectan al organismo, expresó el académico Rodolfo Bernal Hernández al hablar de Radiaciones, sus riesgos y técnicas de detección.
"Son muchas las formas en que nos llegan las radiaciones, hay una gran cantidad a nuestro alrededor y no nos damos cuenta como para tomar las precauciones necesarias", expresó durante su charla con alumnos en el marco del Seminario de Enseñanza de la Física que se desarrolla en el Departamento de Física de esta institución.
Comentó que el aire, simplemente el ambiente del hogar y de los lugares en donde nos desenvolvemos cotidianamente, tienen cierta cantidad de radiación que se puede eliminar, o disminuir con un poco de ventilación.
Explicó que la presencia de radiación en el aire proviene del gas radón que se genera en la Tierra y es considerado la segunda causa de cáncer de pulmón en el mundo. "Es por eso que es recomendable ’ventilar’ la casa un rato en el transcurso del día para que salga ese gas que se acumula en los interiores de las edificaciones".
Bernal Hernández dijo que otros aportes de radiación que no son perceptibles y a los que no les ponemos la atención debida, son el funcionamiento de los celulares, los cables de energía eléctrica y, por supuesto, los rayos del sol.
En su exposición, añadió que también los alimentos y el agua son otra fuente de radiación. "Inevitablemente estamos expuestos a un sinfín de fuentes de radiación, es un tipo de radiación ionizada a la que no podemos escapar".
El académico del Departamento de Física dijo en entrevista posterior a la conferencia que debemos verificar los puntos de origen de los alimentos y los procesos de fabricación de los instrumentos que utilizamos.
Destacó la importancia del uso excesivo que se está dando en el ambiente médico donde cada vez, con mayor frecuencia, los médicos ordenan estudios de imagenología que pueden hacerse con otras alternativas sin utilizar equipos de alta emisión de radiación como son los equipos para rayos X, mamografías y tomografías, entre otras.
"En estos casos estamos expuestos a la radiación más tiempo, y mientras más frecuente es, las dosis de radiaciones son más altas y más es el daño que causan", aseguró y comentó que se observa en el incremento de casos de cáncer de mama desde que a las mujeres les dicen que se hagan la mamografía cada año o cada seis meses, y cuando está comprobado que realmente no tiene impacto en las tasas de mortalidad por esta enfermedad.
Añadió que igualmente, los efectos pueden ser somáticos, que afectan directamente a la persona, y/o genéticos, cuando afectan a su descendencia, por lo que recomendó atender el estado de salud inmunológico y cuidar la alimentación para que la ingesta inevitable de radiación sea siempre menor. (BE)
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Fuente: portal web de la Universidad de Sonora.