Una de las tradiciones que lamentablemente siguen vigentes en la Universidad de Sonora, son los robos dentro del campus. ¿Quién de mediana antigüedad como personal de la UNISON no ha sido víctima de un robo. Estos robos van desde celulares, pasando por billeteras, computadoras, hasta automóviles. Todo esto ante la indiferencia de las autoridades universitarias, dejando justificadas dudas sobre el papel que desempeñan los responsables de la vigilancia. La continuidad en los robos dentro del campus universitario deja la impresión de inutilidad del área encargada de la vigilancia y despierta suspicacias además de complicidades.
La nada honrosa tradición universitaria sigue, y quien esto escribe resultó víctima (una vez más) ayer 13 de abril del robo de las cuatro tapas de los rines de mi vehiculo en el cual asistí a mis labores como académico en la UNISON. El robo ocurrió entre las 12:00 y las 17:00 horas estando estacionado atrás del edifico 3M, tal como quedó asentado en la denuncia que hice en instancias externas a la institución. Nada de que presumir como universitario: todos los deteriores por rayones y golpes que exhibe el vehículo afectado han ocurrido en días en que lo he utilizado para transportarme a la UNISON. Allí mismo al mismo vehículo le robaron anteriormente la llanta extra. Mi caso no es aislado, ya que otros compañeros de trabajo han sufrido robos en sus propias oficinas y vehículos, sin recuperar lo que les ha sido robado.
La nada honrosa tradición universitaria sigue, y quien esto escribe resultó víctima (una vez más) ayer 13 de abril del robo de las cuatro tapas de los rines de mi vehiculo en el cual asistí a mis labores como académico en la UNISON. El robo ocurrió entre las 12:00 y las 17:00 horas estando estacionado atrás del edifico 3M, tal como quedó asentado en la denuncia que hice en instancias externas a la institución. Nada de que presumir como universitario: todos los deteriores por rayones y golpes que exhibe el vehículo afectado han ocurrido en días en que lo he utilizado para transportarme a la UNISON. Allí mismo al mismo vehículo le robaron anteriormente la llanta extra. Mi caso no es aislado, ya que otros compañeros de trabajo han sufrido robos en sus propias oficinas y vehículos, sin recuperar lo que les ha sido robado.
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