Hermano Hermes
Hace nueve años, en México muchas personas celebraron la salida del PRI de los Pinos, con el triunfo de Vicente Fox. Ahora, nueve años después, sin celebrar, los mexicanos le regresan al PRI la mayoría en el Congreso. Solo Sonora le da la espalda al PRI, por el caso de la guardería ABC. Muchos años esperaron los PANistas sonorenses desbancar por primera vez al PRI. Ese día llegó, pero sin celebraciones, sino más bien, con resignación, que distan mucho de parecerse. Hace nueve años, muchos mexicanos creyeron que México ya era un país democrático. Hace seis años, millones se dieron cuenta de no definitivamente, México aún está lejos de la democracia. En 1988 Carlos Salinas llegó a la Presidencia por medio del fraude electoral contra el Ing. Cárdenas. Cuando mucho creyeron superadas esas prácticas, en 2006 se cometió de nuevo fraude electoral contra un perredista: Andrés Manuel López Obrador. Dos sexenios de los últimos cuatro, el PRD ha ganado las elecciones federales y ambas ocasiones le han robado la victoria, negándole a los mexicanos el derecho de decidir tener un gobierno de izquierda. Dos veces se ha venido abajo el PRD, en 1994 y en 2000. Sin resistencia, como partidos hermanos, el PRI le dejó los pinos al PAN en 2000. Todo se perfila para que en 2009 el PAN le entregue de regreso al PRI la Presidencia.
En 2000, los mexicanos votaron por el loco Fox cansados como se decían del corrupto PRI. ¿Qué tanto no ha cansado el mal gobierno del PAN y su corrupción, que ahora los mexicanos, en 2009, lo prefieren de regreso sobre el PAN? Pero, no nos equivoquemos y, a menos que se fragüe el tercer fraude contra la izquierda, no es tan seguro que el PRI - al menos en elecciones limpias -regrese a Los Pinos. El movimiento Lópezobradorista tiene tres años para avanzar en la conscientización del pueblo de México. Este movimiento de nuevos mexicanos, contra todos sus enemigos, ha avanzado del 2006 al 2009, y ha cambiado la actitud de millones hacia los políticos corruptos. A diferencia de lo que vivió Salinas tras ascender por la ruta del fraude electoral, Felipe Calderón ha sido abucheado repetidas veces. Mientras que López Obrador llena plazas, Calderón tiene que moverse a escondidas...como el ladrón que es. Tres años tiene para hacer círculos de estudio, para participar en programas de opiniones que lleguen masivamente a la población. Tres años para ayudar a los mexicanos que aún no han despertado, a darse cuenta de que PRI o PAN ahora son lo mismo. Ya el PRI no es el PRI emanado de la revolución. Sus candidatos y los del PAN no son muy diferentes. Desprecian al pueblo y se creen con derecho de seguir pisoteándolo para vivir a sus costillas, de sus niños muertos.
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